Cenizas de un amor final, de un amor enfermo, de un amor con
final. Nunca supimos la fuerza que podían llevar aquellas lanzas de cupido, a
todo lo que aquello llevaría, y que final tan difícil iba a tener. No éramos
conscientes de la fuerza de eso que algunos califican como la enfermedad del amor.
Ese amor que nos cautivó, que nos retuvo ,que tanto se apoderó de nosotros, sin
ninguna piedad. Ese mismo del que ahora sólo quedan unas simples cenizas
consumidas por el paso del tiempo, por el desgaste, por todo lo disfrutado y
por todo lo perdido. Esas cenizas que vienen por ese derroche tanto de lágrimas
como de sonrisas, de felicidad y tristeza. Pero de lo que ahora solo quedan unos
recuerdos, guardados en una pequeña cajita que guardo muy bien, una pequeña cajita a la que la gente llama "El corazón"
2 comentarios:
Y es que el amor también es el final, y es válido que los recuerdos siempre se vayan a esa cajita.
Nunca somos conscientes del todo pero para mi eso está muy bueno, me agradan las sorpresas :)
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